Si bien la traducción literal del término sería Malabar Urbano, es un concepto que va mucho más allá de la mera locación ligada al espacio público. Esta tendencia contemporánea de las artes del malabar se define como una fórmula de múltiples caras en la que conviven influencias de otras culturas urbanas. La suma de dichas partes da como resultado un mix mucho más elaborado. La receta del Street Juggling está conformada por grandes porcentajes de skateboarding, street art, parkour, música y video. Un look malabaristico pop en la vestimenta y obviamente mucho, pero mucho, muchísimo malabar, terminan por cerrar este caleidoscopio conceptual.

 

PIONEROS DE LOS 90’S

 

 

Para entender el concepto nada mejor que trazar una línea cronológica que detalle la evolución y arme el puzzle de su definición. Como en todo movimiento hay pioneros que iniciaron el camino incluso sin siquiera saberlo. En la era previa a la aparición del término Street Juggling, se destacaron dos artistas que marcaron a las generaciones futuras con sus rutinas y videos: Michael Moschen y Sean McKinney. En su famosísimo video “Michael Moschen In Motion” (1991), que acaba de cumplir treinta años de su estreno, el rey del contact y el rolling ball, inicia el VHS con un recorrido por las calles de NY malabareando con tres pelotas de rebote e interactuando con el mobiliario urbano y los transeúntes que le salen al cruce. Una secuencia de tres minutos en los cuales Michael despliega su técnica por la ciudad hasta meterse de lleno en el universo que lo hiciera famoso. El gran maestro del malabar moderno con su actitud corporal entre mimo y bailarín clásico, ni se imaginaba en ese momento que esa rutina de apertura podría ser la génesis fundacional de la idea de Street Juggling.

Por otro lado, desde la costa opuesta y a partir de mediados de los noventas, surgen una serie de videos que recopilan trucos, experimentos y un sinfín de payasadas arriesgadas a cargo de un puñado de skaters y malabaristas (¡entre los cuales aparecen Tony Hawk y Jay Gilligan!). Ese material, que con el tiempo se volvió de culto, es conocido como Caught Clean. Allí participa con protagonismo el californiano Sean McKinney, que tiene un aporte fundamental en esta escena (en este extracto de Caught Clean de 1997 lo vemos en su esplendor), y anticipa la esencia de lo que define al Street Juggling. Un videoclip casero de un par de minutos sobre un tema de la banda punk Supernova en el que aparece Sean detrás de un ojo de pez derrochando desparpajo con clavas y pelotas mientras salta de techos y hace equilibrios sobre barandas. Se nota una clara aproximación al cruce con el parkour (en esos años inexistente todavía), y principalmente con el skate que sería parte del ADN del Street Juggling en las últimas dos décadas. McKinney se volvió un ícono contracultural por estilo y desfachatez, alcanzando el panteón de la historia del malabarismo luego de partir con tan solo treinta años.

 

STREET JUGGLING: LA LARGADA

 

 

Finalmente llegó la bisagra de esta historia cuando en septiembre de 2006 se publicó, en un reciente youtube (el primer video de la madre de las plataformas visuales salió en abril de 2005), el videoclip Street Juggling producido por K8 Malabares y Fun Skateboarding, en el que Francisco Ciprian (@streetjuggling), pionero y principal referente, recorre la rambla y el puerto de Mar del Plata con una valija roja repleta de clavas. Acá es donde se alinearon los planetas y quedó establecido el mojón cero de este concepto que siguió creciendo por los siguientes quince años. La idea está clara; un guión definido, buena edición, excelentes locaciones, un track pegadizo y con flow, el ojo de pez como sello y un nivel técnico superlativo para la época a cargo del protagonista. En todo este tiempo el video alcanzó más de 183.000 reproducciones!

 

LA INVASIÓN DEL ESPACIO

 

 

Al año siguiente y con el envión que impulsó ese video iniciático, salió a la venta el DVD Space Juggling (2007), nueva producción de K8 Malabares, pero esta vez con un dream team local e internacional de malabaristas y dirección de Francis & Fan Skateboarding. El diseño general estuvo a cargo de Germán de Souza (director y visionario de la revista Newton Las Pelotas!) quien creó un crossover épico entre el clásico videojuego de arcade Space Invaders y el universo del Street Juggling. El DVD de cuarenta minutos recorre con agilidad diversos spots graffiteados de la ciudad de Buenos Aires intervenidos por una crew integrada por Marco Paoletti, Johans Jerez, Luis Niño Toto, Labase, Julian de Rosa, Francico Ciprian, Emiliano Sanders, Felipe Santa. La tirada de dos mil copias está agotada desde hace varios años.

 

LA NEWTON CONCEPTUALIZA

 

 

Por esa época y a partir de la respuesta que generó el videoclip Street Juggling primero, y luego el DVD Space Juggling, surgió la necesidad de poner en palabras qué era todo esto que pasaba en la escena. Y fue el mismo Germán de Souza quien escribió en la edición online de La Newton en 2008 una nota titulada: Street Juggling: Un nuevo término en el aire. Ese texto, que juega las veces de decálogo, destacó una serie de ideas y descripciones que son la base conceptual de este nuevo movimiento. De Souza proponía lo siguiente:

“Podemos definir al Street Juggling como una disciplina dentro del malabar que se desarrolla exclusivamente en las calles de las ciudades. Este tipo de práctica integra el mobiliario urbano y el espacio público dentro del juego, de manera que cualquier banco, cabina de teléfono, puente, escalera, pared, plataforma o estructura sirva de elemento para el malabar tanto como el elemento mismo con el que se malabarea y que se integre, o bien, dentro de la sesión de forma activa (haciendo rebotar las pelotas en diferentes arquitecturas o pasando las mazas a través de un puente o viga, etc.) o pasiva (utilizando el entorno urbano como escenario o escenografía).

Es una práctica que evidentemente favorece el juego del malabar con la utilización de ciertos elementos específicos, como las pelotas de rebote y las mazas o clavas, aunque no deja afuera a otros objetos habituales del malabarismo como los diábolos, las pelotas, el devil stick, etc.

Quienes practican el Street Juggling no hacen ningún tipo de referencia al mundo del circo tal como se lo conoce habitualmente, ni en sus vestimentas ni en sus formas de mostrar el malabar, no busca el humor en sus movimientos ni persigue el rol de cómico o comediante. Sin embargo, se intenta alcanzar una dificultad de alto grado en los trucos y en los movimientos, que muchas veces el malabar de escena no logra por el riesgo que produce el que no se pueda (o deba) fallar en escena.

Para el Street Juggling el que un objeto se caiga forma parte de la realidad gravitatoria, aunque no específicamente el hecho de la caída forme parte o se utilice positivamente dentro de la rutina o de la sesión de malabar.

La práctica del Street Juggling no persigue un fin económico, ya que no es un espectáculo de calle, no se pasa la gorra y ni siquiera pretende reunir a un público, ni busca aplausos. No obstante, los Street Jugglers pueden verse recompensados económicamente con el patrocinio de marcas, con la publicidad o con la contratación para producciones en video o demostraciones en eventos urbanos, tales como festivales o encuentros.

El Street Juggling representa al acto de malabarear en sí, que se puede practicar solo o en grupos, de forma distendida o bien con el objetivo de trazar una rutina que tenga un principio y un final determinados, con la inclusión (o no) de ciertas metas a nivel de dificultad.

El Street Juggling encuentra el mejor lugar de exhibición en el video. La grabación en video de las sesiones de malabar permite la captación de los mejores momentos de la disciplina, de manera que estos queden impresos en un soporte que permita su reproducción. Durante los rodajes normalmente no hay público, el malabarista puede desarrollar, crear, inventar y mostrar lo mejor de sí mismo, sin la presión de tener que responder al ritmo y al timing de un espectáculo en tiempo real.

El Street Juggling puede alcanzar distintas dinámicas: la del entrenamiento, la de la composición y la de la prueba (ensayo-error), recuperando de esta manera el carácter lúdico del malabar sin competencias y donde su relación con el arte casi desaparece. El Street Juggling realza la astucia, la inteligencia, la habilidad y el riesgo del malabarista que lo practica”.

 

STREET JUGGLING MEETS SAO PAULO

 

 

Fast forward y llega el 2014. La siguiente parada lleva el nombre de un peso pesado del malabarismo posmoderno: Wes Peden. El malabarista neoyorkino generó la primera colaboración con la crew de K8 Malabares (integrada por Francis, en esta ocasión al mando de la cámara y la edición, y Orlando Martínez, en el registro fotográfico) y realizaron un video de seis minutos en las afueras de la ciudad de San Pablo. Wes Peden Sucks muestra una serie de trucos y rutinas con originalidad y dificultad como garantía. Esta juntada en la capital paulista fue el puntapié inicial de una relación de amistad y trabajo en conjunto que se desarrolló por los años siguientes hasta la actualidad.

 

ORGANIC VALPO

 

 

Otro eslabón importante en este repaso lleva la firma del malabarista chileno Orlando Martinez (aka Organic Juggling), quien a lo largo de una década (2010-2020) realizó más de cuarenta eventos de malabarismo urbano en Santiago de Chile, los cuales sentaron las bases de lo que fue la camada de malabaristas chilenos que dominaron la escena en Sudamérica. En diciembre de 2019 dentro de las actividades del Congreso Internacional de Malabarismo y Artes Circenses (CIMAC) realizado en Valparaíso, Orlando organizó el Valpo Street Juggling. En dicho encuentro pasó algo sin precedentes, una competencia con reglas y premios en la que una serie de competidores tenían que recorrer una calle típica de Valparaíso (con sus desniveles, dificultades urbanas y murales a cielo abierto) realizando rutinas de malabares con clavas mientras eran seguidos por jueces, público y cámaras registrando cada intervención. Sin dudas un hito para la joven historia del Street Juggling.

 

DE PASEO POR ESTOCOLMO

 

 

La línea de tiempo finaliza con PARADE! (Street Juggling in Stockholm), la última producción de Wes Peden subida a youtube en diciembre de 2020. Un video de casi seis minutos en los que Wes presenta el menú completo: corriendo y malabareando con cinco clavas por la capital sueca, sorteando barandas y haciendo equilibrios sobre todo lo que se le cruza mientras mete trucos imposibles con tres pelotas. Todo es parte de la rutina, desde los juegos de plaza y tachos de basura, hasta desniveles o un bowl de skate; siempre en movimiento, siempre con el malabar en juego. Para el cierre tira siete pelotas parado arriba del techo de un auto en movimiento. Algo de todos los días.

 

¿Cuál será el siguiente paso en la evolución del Street Juggling? Seguramente dependerá de la onda expansiva que puedan generar todas estas producciones y la viralización de sus videos. La organización de futuras competencias, festivales y encuentros especializados que apoyen a los street jugglers, como sucede con los riders de skate y snowboard, será un factor clave en el crecimiento de esta cultura urbana. Pero en definitiva, todo dependerá del surgimiento de futuras generaciones de malabaristas emergentes de todo el mundo que filmen sus videos y busquen nuevas formas de crear rutinas, fusionar disciplinas y desafiar tanto la gravedad como el espacio que los rodea. ¿Están listos para llevar al Street Juggling hacia el próximo nivel? ¡Estén atentos a las novedades de K8!